quarta-feira, 9 de fevereiro de 2011

DE LOS PECES A LOS ANFIBIOS

4. De los peces a los anfibios:


Se ha investigado cuidadosamente el registro fósil, buscando series de transición que
conectasen los peces con los anfibios, pero no han sido halladas. La conexión más «próxima» que se ha propuesto ha sido la que pretendidamente existe entre el Crosopterigio Rifidistio (pez) y los anfibios del género Ichthyostega. Existe, no obstante, una tremenda discontinuidad entre los Cro-sopterigios y los Ichthystegas, una discontinuidad que se habría extendido durante muchos millones de años, y durante los cuales hubieran debido existir innumerables formas de transición. Estas formas de transición deberían mostrar un cambio lento y gradual de las aletas pélvicas y pectorales del Crosopterigio, transformándose en los pies y piernas del anfibio, juntamente con la pérdida de otras aletas, y la concurrencia de otras transformaciones requeridas para su adaptación al habitat terrestre.

Reconstrucciones de un anfibio Ichthyostega y su supuesto antepasado Crosopterigio.
¿Cuáles son los hechos? No se ha encontrado ni una forma de transición entre la aleta
del Crosopterigio y el pie del Ichthyostega. Los miembros del Ichthyostega eran ya del tipo
anfibio básico, no mostrando ningún vestigio de descendencia de aletas.

¿Por qué se eligió el Crosopterigio Rifidistio como el supuesto antepasado de los anfibios? Ante todo, no hay ninguno mejor a mano. Echando a faltar un candidato intermedio
entre peces y anfibios, se investigaron los varios grupos de peces. Entonces se adoptó el Crosopterigio como el grupo más aproximado a haber sido el antepasado de los anfibios.










Esta elección se debió mayormente a unos diseños de cerebro similares al del Ichthyostega, la posesión de la vértebra en «arco» encontrada en el Ichthyostega y en otros Labirintodontos, y la presencia de huesos en las aletas, por lo cual, en algunos aspectos, se podría construir una ruda homología con los huesos del cuadrúpedo.


Según Romer, la presión selectiva que permitió el origen de los anfibios cuadrúpedos a
partir de sus antecesores los peces fue el hecho de que en el período Devónico fueron
características unas sequías periódicas, durante las cuales se supone que evolucionaron los anfibios.





Esto obligó al Crosopterigio a salir de los lagos y ríos que se secaban (se cree que poseía
pulmones) para buscar otros parajes acuáticos. Aquellas formas que habían heredado cambios por mutaciones que permitiesen una locomoción más eficiente por la tierra habrían sobrevivido en número mayores que formas menos bien equipadas. Un gran número de episodios de estos dieron origen, después de millones de años, a un verdadero anfibio.


Esta historia, atractiva a primera vista, pierde su plausibilidad cuando se consideran los
siguientes hechos: Ya que los anfibios se encuentran en el Devónico posterior, hubieran debido evolucionar bien dentro del Devónico cuando sus supuestos antepasados Crosopterigios estaban aún florecientes. Si la historia de Romer es cierta, en lugar de ello, el Devónico debería mostrar extinciones en masa de los Crosopterigios, así como de otras formas de agua dulce. Lo cierto es precisamente lo contrario.

En el Carbonífero Primitivo anterior se encuentran otros tres órdenes anfibianos. Ya que
estos anfibios altamente diversificados aparecen primeramente en el Carbonífero Primitivo
anterior con sus características ordinales completas, tendrían que haber empezado a evolucionar bien atrás, en el Devónico, tal como supuestamente hicieron los Ichthyostégidos. Las mismas presiones selectivas debieron haber sido ejercidas sobre estos tres órdenes como sobre los Ichthyostégidos y deben haber evolucionado a partir de los Crosopterigios o de los Ichthyostégidos. Pero ninguno de estos tres órdenes tiene la vértebra en forma de «arco» que poseen los Crosopterígidos y los Ichthyostégidos, sino que poseen la vértebra «más primitiva», la del tipo «Lepos-pondylos» o vaina. ¿Cómo, pues, se puede utilizar la vértebra en «arco» para conectar el Crosopterigio con los anfibios?



Aún más, de estos tres órdenes, el Aistopoda poseía un cuerpo largo, como de serpiente,
con unas 200 vértebras. En todas estas formas los pies eran pequeños, y muchas ni siquiera los poseían (ni aun siquiera trazas de la cintura escapular o pélvica! En algunas formas del orden Nectridea los cuerpos eran también largos como los de los Aistopodos, faltando asimismo los pies. Si el Ichthyostega o una forma similar fue el antecesor de todos los anfibios, entonces tenemos que mientras que él estaba en el proceso de derivar cuatro pies a partir de las aletas pectorales y pélvicas de su antecesor Crosopterigio, su descendencia estaba igual de ocupada intentando desembarazarse de ellos!





¿Qué presiones selectivas dieron lugar a los cuatro pies en los Ichthyostégidos mientras
que causaban simultáneamente su reducción y pérdida entre los Aistopodos y Nectrídeos? ¿Por qué estas formas tan diversas aparecen en el registro fósil con una «divergencia» ya completa en su primera aparición, sin evidencia de formas de transición!


Los tres órdenes existentes de anfibios incluyen las salamandras y lagartijas (Urodelata o
Caudata); los ápodos (Apoda o Caecilia), parecidos a los gusanos, sin órganos de locomoción; y las ranas y sapos (Anura o Salientía) que están entre los vertebrados terrestres más especializados, con extremidades posteriores largas y sin cola. Todos estos modernos anfibios poseen la vértebra más «primitiva» del tipo Lepospondylos, en lugar de la vértebra en «arco» que supuestamente conecta a los anfibios con sus antecesores Crosopterigios. Aun más, no hay formas de transición conectando estos tres órdenes modernos que constituyen la subclase.


Lissamphibia, con los anfibios hallados en el Paleozoico. Refiriéndose a ellos, Romer afirma:
«Entre ellos y el grupo del Paleozoico hay una amplia discontinuidad no cubierta por
material fósil.»»


La discontinuidad extremadamente amplia entre pez y anfibio, como se ha observado
entre los Crosopterigidos Rifidistios y los Ichthyostégidos, la aparición repentina .de hecho .de todos los órdenes anfibios del Paleozoico con sus diversas características ordinales completas en los primeros representantes, la ausencia de cualquier forma de transición entre estos órdenes del Paleozoico, y la ausencia de formas de transición entre ellas y las que existen actualmente es, todo ello, contradictorio a las predicciones del modelo evolucionista. No obstante, estos hechos son tal como los predichos por el modelo creacionista.


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El documento arriba fue sacado del sitio electrónico:
Conpoder.com

Creación, evolución y la evidencia histórica
DUANE T. GISH, PH. D.

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